Introducción
Las exposiciones son consideradas actividades prioritarias en los museos. Así como necesarias también en las bibliotecas y los archivos. Cualquier pieza y/o documento, sea de la naturaleza que sea, es susceptible de ser expuesta para informar, enriquecer la cultura, y dar más valor a la institución que realiza la exposición.
Una exposición es, por tanto, la representación ordenada a partir de objetos colocados unos al lado de otros para ser vistos por el público, donde se han de considerar los siguientes factores:
1) El efecto que producen los objetos y/o documentos expuestos, a los que se añade una explicación de su contenido mediante cartelas y carteles con la información suficiente y necesaria.
2) La manera de abordar la temática de la exposición de forma conjunta, así como la individualidad de cada uno de los objetos y/o documentos mostrados, lo que conlleva a considerar la selección de los mismos, la ubicación dentro del conjunto y la conexión entre ellos.
3) Muy importante es el espacio donde se exhiben los objetos y/o documentos. Es decir, el acondicionamiento de la sala para la exposición, que debe estar dotada de medios y equipos técnicos y cumplir la normativa de protección documental.
3) El orden de la exposición, además de contar con los debidos conocimientos técnicos y museísticos, debe tener un buen discurso expositivo: objetivo, claro, preciso, referencial, que lo haga divulgativo y la vez especializado, y siempre enfocado al interés del público visitante de la exposición.
Los mencionados factores tendrán consecuencias cualitativas y cuantitativas, y de su interacción surgirán diversas técnicas de exposición.
Aunque el objetivo principal de una exposición es crear un diálogo de curiosidad y entendimiento entre el objeto y/o documento y el visitante: que haya un mensaje claro pero amplio, donde además de la temática general participen otras disciplinas que realcen el valor total de la exposición, también la reputación de la institución que organiza la exposición está en juego.
Algo muy importante a la hora de realizar una exposición es el motivo. Por eso, hay exposiciones permanentes y otras temporales según acontecimientos y motivos clave (aniversarios, homenajes, autores, promociones). Hay tanto que exponer para que se amplíe la comunicación social, la cultura en general y la información puntual que las visitas para el público deben ser mensajes con dinamismo y actualidad, por eso, las exposiciones temporales son una de las actividades principales en museos, archivos y bibliotecas, donde la cooperación entre entidades también es muy necesaria e importante.
Para programar una exposición temporal el equipo interdisciplinar que haya detrás será fundamental para diseñar cada área de trabajo, coordinadas todas por un responsable que comisione la exposición.
Más atención requieren las exposiciones itinerantes, donde cabe añadir a las actividades de las anteriores exposiciones: elegir el tema, fijar el itinerario y la duración de la exposición, seleccionar los objetos y/o documentos (que pueden ser copias, reproducciones, maquetas, dibujos, fotografías, hologramas, audiovisuales...), determinar el tipo adecuado del embalaje, concretar el tipo de transporte y tener un seguro de rotura o pérdida. Todo ello en favor de la protección documental.
Ejemplo de exposición temporal. El fondo histórico del INGESA: un secreto revelado.
Históricamente, la biblioteca del INGESA como formadora de su extensa colección con diferentes materiales y materias, la mayoría relacionadas con temas de salud y seguridad social, data de los primeros años del siglo XX. Primero vinculada al INP (1908), luego al INSALUD (1978) y desde 2002 al INGESA.
El conjunto de documentos al que se denominó Fondo Antiguo, está formado por cuatro colecciones diferenciadas, una información que siempre ha estado, y está, en la página web de la biblioteca del INGESA, y con visibilidad en algunas publicaciones, como Lecturas infantiles en la biblioteca del INGESA. Colección de María Milagro de Hurtado de Amézaga. Descubriendo el legado Sancho y La biblioteca conjunta del duque de Bailén y del marqués de Riscal. Pero faltaba la exposición física.
De este modo, el material expuesto, por cuestión organizativo y de espacio, se determinó que fuera en relación a esta última publicación.
Se hizo una selección de documentos tras realizar consultas y tareas previas, así como contrastar opiniones entre las partes implicadas en la exposición y se decidió exhibir treinta y nueve documentos, entre los que había ejemplares únicos (que no hay en otras bibliotecas guardianas de fondo antiguo según recoge el Catálogo Colectivo de Patrimonio Bibliográfico de España (CCPB). Igualmente se tuvo en cuenta el estado de los libros ya que algunos por sus características especiales no deben ser físicamente expuestos y únicamente pueden consultarse de manera virtual.
El motivo de dicha exposición fue la Semana de la Administración abierta 2025 y para ello la biblioteca del INGESA optó por la citada exposición temporal de una parte de los fondos que conserva, dando así muestras de la actividad que realiza y su repercusión en la sociedad.
Conclusión
Cabe señalar que por importante que sea el conjunto total de una colección, cada objeto de museo, cada ejemplar de biblioteca o cada documento de archivo, tiene un valor que le hace diferente a los demás, por eso, precisa de un desmenuzado estudio de todos sus elementos externos e internos, para apreciarlo como objeto por un lado, y como fuente de conocimiento e información por otro, habida cuenta que puede ser motivo de estudio e investigación desde cualquier perspectiva que se pueda imaginar.
NOTA:
Recuerda que siempre hay que citar la fuente de información. Para citar este post, puedes hacerlo de la siguiente manera, por el método Harvard.
Apellido, Inicial del nombre (Año de publicación): "Título de la entrada del post del blog". Título del blog en cursiva, día y mes del post. Disponible en: URL del recurso [Consulta: día-mes-año].
Comentarios
Publicar un comentario