PILAR DEL CAMPO PUERTA
Las
bibliotecas tienen como misión, mediante sus servicios, cubrir las necesidades
de sus usuarios, atendiendo las demandas culturales, de información y
formación. Por eso, un servicio considerado esencial es la formación de
usuarios, como figura en las Pautas sobre los servicios de las
bibliotecas públicas (2002)[1]
Se
entiende por formación de usuarios todas las actividades,
realizadas por el personal bibliotecario, encaminadas a permitir que sus
usuarios sepan utilizar eficazmente su biblioteca y los recursos informativos
que están disponibles a través de ella. Orienta y educa al usuario y por
ello convierte al usuario en alumno y al bibliotecario en formador, cuyo
cometido es dar a conocer los recursos que hay en el centro y enseñar a sacarles
el máximo provecho.
Por
tanto, los objetivos principales es que los usuarios aprendan a moverse
libres por la biblioteca, es decir a:
- Utilizar
correctamente los instrumentos de la recuperación de la información.
- Conocer los
sistemas de presentación y organización de la información (gráficos,
notas, pie de página, esquemas…)
- Evaluar
correctamente los documentos en relación a su necesidad (tema a investigar
o estudiar)
- Identificar y
evaluar las distintas fuentes de información; así como contrastar esa
información y tener sentido crítico ante la información.
- Ser autónomos y
autosuficientes: que sepan qué es un centro de información, para qué
sirve, y puedan moverse con soltura ahorrando tiempo (al propio usuario y
al bibliotecario)
Puede materializarse la formación de usuarios
mediante:
- Visitas guiadas a la biblioteca para nuevos
usuarios.
- Sesiones
informativas de la
utilidad y uso del OPAC, así como el manejo de las bases de
datos.
- Elaboración de
documentos informativos, en forma de folletos o carta de servicios.
Las actividades
de Formación de Usuarios deben organizarse con tiempo suficiente, por
niveles formativos y por edades de los usuarios; es decir, público infantil,
juvenil y adultos.
Deberán plantearse siempre actividades y programas de formación personalizada e individual y también colectiva, de manera formal o informal y deben ser llevadas a cabo por personal bibliotecario cualificado en colaboración, si fuera necesario, con personal especializado.
[1] https://www.culturaydeporte.gob.es/va/dam/jcr:7428875e-0e24-4755-b131-10ae130be8bc/informe-pautas2000.pdf [Consulta:
14/03/2021]
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